Pequeños gestos: el Obispado de Almería restaura la Ermita de Mondújar
Corren tiempo en los que no es muy habitual que el patrimonio cultural nos reconforte con una buena noticia; pero en este caso ha pasado completamente desapercibida para los medios de comunicación. Tal vez porque se trata de un pequeño gesto. Un pequeño gesto, de esos, que a los enamorados de nuestro patrimonio -y a los que no lo están tanto- contribuye a hacernos la vida más feliz. No es extraño. ¿A quién importa una pequeña actuación sobre un elemento de nuestro patrimonio situado en un pequeño pueblo del Valle del Andarax?
El Obispado de Almería ha restaurado recientemente la Ermita de Mondújar, situada en el término municipal de Santa Fe. La Ermita de Mondújar fue erigida a principios del siglo XVI y está situada en el margen izquierdo del río Andarax en el término municipal de Santa Fe. Su construcción es de planta rectangular, con un pequeño módulo de base cuadrada, adosada a la misma, que pudo haber sido utilizada como sacristía. El edificio se construyó en estilo mudéjar, probablemente sobre los restos de una antigua mezquita musulmana. En la actualidad solo se conservan las paredes de mampostería, ladrillo y piedra de cantería, y el arco de la puerta de entrada, elementos, todos ellos, que han sido restaurados. La cubierta, que fue destruida tras un atroz incendio en el año 1936, va a queda pendiente para una próxima intervención. Esta restauración, aunque parcial, va a permitir que el edificio se mantenga en pie, dado el lamentable estado de abandono y ruina en que se encontraba.
Nuestro patrimonio, además del inmenso valor histórico, artístico, cultural e identitario que atesora, supone una fuente de creación de riqueza y empleo. Si bien es cierto que su disfrute es un derecho, también es cierto que tenemos un deber hacia el mismo. Para ello es imprescindible el impulso de la ciudadanía, así como el de las instituciones que nos representan. Sin embargo, todos los esfuerzos por protegerlo son insuficientes si nuestra sociedad no los valora. Todos tenemos la obligación de preservar la herencia que hemos recibido para garantizar su disfrute por las generaciones venideras.
De todos es conocido que para conseguir grandes resultados no son necesarios grandes medios; el éxito es la suma de pequeños gestos que se repiten día tras día. Ya solo queda ponernos manos a la obra.
Desde Amigos de la Alcazaba, queremos felicitar al municipio de Sant Fe de Mondújar y al Obispado de Almería por recuperar este trocito de nuestra historia.
Amigos de la Alcazaba