CON SIRIA ALGO NUESTRO SE MUERE. LA REPRESIÓN DEL RÉGIMEN PROVOCA MILES DE MUERTOS Y LA DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
Hablar de la defensa del patrimonio cuando mueren miles de personas puede parecer frívolo. En realidad es una llamada a la conciencia de que la guerra arrasa con todo: con las vidas humanas, con la riqueza material y espiritual de las personas y hasta con su propia historia. En un mundo cada vez más globalizado no podemos cerrar los ojos a la injusticia, donde quiera que se produzca, ni dejar de sentir que sus consecuencias nos alcanzan a todos. Si los «buitres» ya nos advierten de que lo que ocurre en Siria tendremos que pagarlo en las gasolineras, nosotros recordamos que la pérdida de la memoria siria también es la pérdida de la memoria de la Humanidad.
TEXTO PUBLICADO POR GLOBEDIA
«La violencia que se está registrando en Siria en el último año, con torturas, muertes y represión, es sin duda algo que nos causa tristeza, rabia, y nos hace sentir impotencia ante las injusticias que allí se están cometiendo.
Pero si a eso le sumamos, la destrucción de las ciudades y pueblos, y la ruina económica que genera la guerra, todavía debemos sentirnos peor.
En el apartado de la destrucción, entra también la pérdida de bienes culturales que serán ya irrecuperables.
Desde que se inició esta escalada de violencia, los tesoros arqueológicos de Siria han sufrido la destrucción y el pillaje, especialmente en lugares tan emblemáticos como la ciudad antigua de Palmyra, o las ruinas grecorromanas de Afamia, ambas consideradas patrimonio mundial por la Unesco.
Los asaltantes roban en museos, arrancan mosaicos de monumentos y se han detectado excavaciones arqueológicas clandestinas, Esto lo cuenta la directora de museos de Siria Hiba al-Sakhel.
Pero no sólo son los robos, también es la destrucción. Los rebeldes sirios afirman, y han mostrado videos para comprobarlo, que en números lugares, entre ellos Qala al-Maqid, en la zona norte del país, que acoge una ciudadela medieval, y la anterior citada Afamia, los bombardeos del ejército del dictador Al Asad, han destruido parte de estas edificaciones, en su intento por acabar con los insurgentes.
Según ha explicado la responsable de museos, “los pillajes ya existían antes en el país, pero han crecido con la revuelta. Los arqueólogos no han podido explorar todavía toda Siria, pero donde lo han hecho, han podido constatar destrozos”.
“Pienso que los asaltantes son ciudadanos que se dejan llevar por la situación y que no comprenden la importancia de lo que se encuentran” y ha precisado “una gran parte de la Historia se está perdiendo”.
Ya se ha podido constatar algunos de las piezas importantes que han sido robadas. En la ciudad de Afamia, ha sido robada una estatua romana de mármol, en el museo de Hama ha desaparecido otra estatua, esta de la época aramea, así como numerosas armas antiguas.
También se tiene constancia de pillaje en la ciudad antigua de Ebla y en la ciudadela de Shaizar.
Todas estas piezas, según los expertos, inmediatamente aparecen en otros países y son vendidas inmediatamente en el mercado negro.
La Unesco, ya había pedido a las partes implicadas en el conflicto que “aseguraran la protección de su patrimonio cultural excepcional”.
La responsable de los museos de Siria ha comentado también, “las autoridades sirias han retirado ya numerosas piezas de los museos y las pondrá en el Banco Central. Espero que la comunidad internacional haga llegar un mensaje al pueblo sirio para decirle que nuestro patrimonio está en peligro.
“Ese patrimonio es de todos los sirios, no es del gobierno, ni del presidente, es de la humanidad”.
Siria es, sin duda, uno de los lugares del mundo con un Patrimonio arqueológico más grande. Seis ciudades sirias son Patrimonio Mundial de la Unesco»