Adiós a la Balsa del Canario
En la Cuesta de los Callejones, junto a la carretera N340 se encuentra uno de los testimonios más importantes del Canal de San Indalecio, aquel proyecto de hace 150 años que reinventó el uso del agua en Almería, entre la tradición islámica y los modernos sistemas hidráulicos, para regar campos de cultivo de uva de embarque y para el consumo urbano. La Balsa del Canario era uno de los dos mayores contenedores de agua de aquel Canal de San Indalecio, que proyectó el arquitecto provincial D. Enrique López Rull.
La Balsa del Canario era gigantesca pero bien proporcionada. De 55 metros de largo, 26,60 de ancho y 6 de profundidad, permitiendo acceder a su fondo por una escalera de 19 escalones. Para contener sus 9.000 metros cúbicos de agua, se embutió en parte en el terreno y se construyeron unos sólidos muros y unos grandes contrafuertes en las esquinas que la hacen parecer una fortificación militar
Los valores de este patrimonio de nuestra arqueología hidráulica constan en la página del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, pero… no está protegida. Abandonada, como gran parte de los restantes elementos del Canal de San Indalecio, su futuro es su desaparición. Recientemente la empresa CEMAR se ha hecho con la Finca El Canario por 2 millones de euros para construir una gran superficie que se estrenará el próximo año.