Una Década de Veladas Andalusíes
Amigos de la Alcazaba presenta el libro ‘Una década de veladas andalusíes en Santa Fe de Mondújar’, de Manuel Pérez Sola. Una experiencia cultural que moviliza a todos los vecinos de Santa Fe, almerienses y turistas
Rodeados de numerosos socios y amigos en una luminosa tarde, con música clásica y la Alcazaba como telón de fondo, la Asociación Amigos de la Alcazaba presentó el pasado martes 3 de octubre el libro ‘Una década de veladas andalusíes en Santa Fe de Mondújar’, del que es autor Manuel Pérez Sola, uno de los componentes de este colectivo más activos.
Se trata de una publicación que da testimonio de un evento popular que nació como acto de clausura de una escuela-taller y que se ha convertido en un referente del panorama cultural y turístico del Bajo Andarax. De esta manera, todos los veranos, en el pueblo de Santa Fe de Mondújar, vecinos y visitantes se reúnen alrededor de la Torre Nazarí, y recrean en una obra de teatro momentos históricos de la comarca desde el siglo VIII hasta el siglo XVI. Su autor afirma que “en el libro hemos recogido todas las actividades, con su historia, fotografías y curiosidades de este proyecto que tiene ya once años”.
Para comprobar la implicación de la población, Manuel Pérez Sola aporta el dato de que en las 11 ediciones han participado como actores 172 de los 480 vecinos con los que cuenta el municipio, o sea que “prácticamente están involucrados todos los vecinos”.
La presidenta de la Asociación Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, afirma que “la iniciativa es inseparable de la persona que lo promueve, que para nosotros es muy importante. En el libro se refleja cómo se ha conseguido promover la vida cultural y social de un pequeño pueblo como es Santa Fe de Mondújar. Desde las veladas andalusíes ha creado un evento que ha cobrado carta de naturaleza y que atrae a muchísima gente y dinamiza enormemente la vida cultural del pueblo”.
Manuel Pérez Sola explica que la Torre Nazarí de Santa Fe de Mondújar, que se restauró hace 12 años, “estaba a la entrada del pueblo, inadvertida prácticamente por todo el mundo, pensábamos que era un transformador de electricidad, porque estaba blanqueada, y cuando descubrimos el sitio, lo entrañable que era, pensamos de inmediato en hacer alguna actividad para ponerla en valor. De esta manera, cada año los vecinos desarrollan una representación teatral”.
El mérito de que el proyecto haya llegado hasta once ediciones, y las que quedan por disfrutar, es mayor al comprobar, como se cuenta en el libro, que todos los actores son aficionados. “Los actores son voluntarios de todas las edades desde gente de 80 años hasta el año pasado salió una niña de 1 año. Tres generaciones, la mayoría de ellos sin ninguna relación con el teatro”.
Manuel Pérez Sola, que es profesor de profesión, confiesa que “estoy satisfecho fundamentalmente con dos cosas: la primera que nos ha obligado, a mí el primero, a investigar sobre la historia de la comarca, hemos descubierto aspectos muy desconocidos para la mayor parte de la gente. Y la segunda es que se implica todo el mundo desde el principio.
El primer año fueron las chicas de la escuela-taller exclusivamente y algunos colaboradores más, pero después han ido interviniendo gente de todas las edades. Hemos conseguido que la Diputación aporte el equipo de sonido, el Ayuntamiento da unas pastas y té y estos últimos años está contratando alguna actuación musical sobre todo de danza árabe, pero la mayor parte de las cosas son gracias de los vecinos. La implicación de la gente ha sido fundamental”.
La Velada Andalusí-Alcazabeña contó con la actuación del Grupo Ensemble Rubello
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