Indignación por la muerte de cuatro gacelas y un arruí
Indignación por la muerte de cuatro gacelas y un arruí en peligro de extinción de la EEZA-CSIC por «estrés y agitación» causados por los conciertos de La Hoya.
Amigos de la Alcazaba exige que se suspendan los conciertos en la Hoya y exige responsabilidades al Ayuntamiento de Almería.
Lo habían advertido los científicos de la EEZA del Consejo Superior de Investigaciones Científicas: los conciertos en la Hoya pueden afectar a las cuatro especies de animales de la EEZA.
Pero el Ayuntamiento con su concejal de Cultura Diego Cruz, insistió en mantener los conciertos programados, desoyendo a los científicos . “No se van a tocar”, declaró el ínclito concejal, al tiempo que ponía en duda el la competencia de la EZZA-CISIC sobre los efectos nocivos de este tipo de espectáculos, “incompatibles” con la preservación de la seguridad y el bienestar de los animales del programa de conservación, en el que hay ahora 50 crías.
Y no era la primera vez que se hacía tal aviso. La cosa viene de largo, pues ya hace 4 años, en 2020, ante el deseo del concejal de convertir la Hoya en una zona de conciertos, la EEZA advirtió ya que la Hoya no era el lugar adecuado para ello y pidió que se trasladaran a otro lugar. Amigos de la Alcazaba sacó entonces una nota sumándose a esta petición y manifestó su protesta. Entonces se ganó la batalla y los conciertos se suspendieron “para minimizar los riesgos y posibles molestias que se puedan llegar a ocasionar», declaró el Ayuntamiento.
Pero con el paréntesis del Covid, el concejal, volvió a la carga y con el apoyo de la alcaldesa de Almería, se olvidó de los riesgos que pudieran ocasionarse y volvió a desoír los avisos razonados de los científicos, porque al parecer l lo importante era lograr la foto del “marco incomparable”.
Resultado: 5 animales muertos, que la veterinaria del instituto de investigación, Sonia Domínguez , atribuye “a la desatención materna de una de las crías, un aborto y distintas lesiones traumáticas, todas ellas provocadas como consecuencia del estrés y agitación provocados por los conciertos”.
La prensa nacional, además de la local, se ha hecho eco de estas muertes y aun así, es increíble, se sigue ninguneando a los científicos y la alcaldesa minimiza los hechos: “como somos personas razonables, si vemos que no se puede hacer, cambiaremos de ubicación y no pasa nada”. ¡Qué extraordinaria sensibilidad!
