CHURRETES, LEGAÑAS Y ACEROS CORTENES
Durante los tiempos del hambre, Almería fue conocida por sus miserias, sus churretes y sus legañas. Hoy son una nueva parábola de la ciudad y de la provincia: el acero corten aporta los churretes, la cerrazón las legañas.
En la polémica sobre la muralla de Jayrán se ha afirmado con ligereza y desconocimiento que el acero corten era un material compatible con la obra antigua y muy estable, casi inactivo a la oxidación. Por lo tanto, no trasmitiría ninguna patología o alteración a la obra antigua, uno de los requisitos técnicos imprescindibles para autorizar su empleo en restauración.
La prueba de que este material se oxida y crea prontamente alteraciones de pátina que trasmite a la obra en ambientes ultra-húmedos y con alta presencia salina la encontramos en la misma Almería, muy cerca de la muralla.
Las manchas que presenta la portada del Museo de la Ciudad son resultado de que en el desigual proceso de oxidación esté presente o no el agua. Estas llamativas rayas blanquecinas no son más que la huella de la filtración del agua de lluvia a través de las ranuras de engarce de las placas que cubren la fachada. Si este es el efecto en apenas cinco años, ¿qué pasará dentro de veinte?
El Museo de la Ciudad está junto a la Catedral, en pleno casco histórico, protegido de vientos húmedos y aún así vemos los irrisorios efectos de la modernez cutre de nuestros políticos. Pero no es un monumento ni está protegido como tal, es una obra moderna. La muralla de Jayrán goza de la máxima figura de protección patrimonial que España reserva a sus mejores monumentos (en este caso nada menos que desde 1931).
¿Alguien se ha parado a pensar el efecto sobre la antigua muralla de la fortísima dilatación veraniega de las planchas oscuras? ¿Cómo actuará el agua sobre márgenes forzosos y juntas de dilatación que se deben de haber previsto en forjados y laterales?
Lo cierto es que como la propia wikipedia señala, las famosas esculturas de Chillida y Oteiza expuesta a la intemperie han debido de ser restauradas a los pocos años de ser instaladas. ¿Hasta qué grado de desconocimiento llegan los técnicos que han sido incapaces de estudiar los efectos de la especial climatología almeriense en este material en un edificio situado a menos de 300 metros de las murallas de Jayrán? ¿Estamos, acaso, experimentando con el patrimonio?
Churretes y legañas. Churretes de acero corten y legañas en los ojos de aquellos que nunca han querido ver más allá de sus ocurrencias.
Un día antes de la Jornada que organizó la Delegación de Cultura para justificar su creativa actuación en la muralla de Jayrán, se ordenó limpiar los churretes de acero corten que huían de las Torres de Basterra, en un intento de borrar las huellas y los efectos de este material tan ajeno a la tradición de la milenaria muralla musulmana