MUSEO PEDRO GILABERT: EXPOSICIÓN «HOMENAJE», DE PEPE BERNAL
MUSEO PEDRO GILABERT
Exposición “HOMENAJE” – Del 7 de octubre al 5 de noviembre de 2010
Sala Temporal 1 y 2
El Museo Pedro Gilabert tiene el gusto de presentar la exposición “Homenaje”, del artista huercalense Pepe Bernal, proyecto que llenará de formas y colores las dos salas de exposiciones temporales del Museo durante el mes de octubre.
Además de su lugar ya conquistado entre los creadores contemporáneos de Almería, otros dos motivos justifican la presencia de Pepe Bernal en el Museo Pedro Gilabert: por un lado por las vivencias compartidas con nuestro “Tío Pedro” quien, en aquellos años de plena productividad, traía al mundo artístico almeriense la sencillez y la fuerza que tanto caracterizan a los artistas naïf, marcando de manera definitiva a todos los que tuvieron la suerte de convivir con él.
Por otro porque Pepe Bernal, además de crear su obra pictórica, se dedica también a la difícil tarea de compartir con los jóvenes su amor por el arte a través de la enseñanza. Sus regulares visitas a nuestro Museo, acompañando a los grupos de alumnos del Instituto Albujaira de Huércal Overa, nos recuerdan la importante misión educadora que los museos deben asumir, ofertando actividades que acerquen su contenido a este público tan especial. Por ello nos alegramos mucho cuando aceptó nuestra sugerencia de realizar, como actividad complementaria a la exposición, talleres dirigidos al público estudiantil, esta vez del colegio de Arboleas.
Afirmando nuestra apuesta por el papel del arte en la educación, contamos además con las visitas guiadas a cargo de León Moreno, becario del master de museología de la Universidad de Granada, quien realiza sus prácticas aquí durante los próximos 3 meses.
Lavinia Cavalcanti dos Santos
Directora
“HOMENAJE”
No sé por qué extraña conjunción de los astros, aquel otoño de 1981, se convirtió, inopinadamente, en el prodigioso sortilegio del encuentro. El grupo de jóvenes artistas huercalenses, que recientemente habían finalizado sus estudios en la Escuela de Bellas Artes, alcanzaría el súmmum feliz del hallazgo en torno a la exposición-homenaje que, coincidiendo con el centenario de su nacimiento, dedicaban en Huércal-Overa a Pablo Picasso.
Este incipiente grupo, del cual yo formaba parte, nacía resuelto y sin complejos y, casi rozando la insolencia, se lanzaba al abismo que la aventura del mundo en esos momentos les ofrecía.
Para dotar de mayor calado intelectual a dicho homenaje, pensamos en invitar al crítico de arte más apropiado para la ocasión y que, sin duda, dada su especialización en Picasso, no podía ser otro que Santiago Amón. Sorpresivamente, éste aceptó nuestra propuesta, renunciando así a múltiples ofertas de bastante mayor entidad que la nuestra. Santiago Amón pronunció dos conferencias magistrales, la primera sobre El Guernica, la segunda sobre la obra escultórica del artista malagueño. El conocer a Santiago supuso para todos un verdadero impacto, una experiencia única y enriquecedora. Deslumbrados por su atractiva y seductora personalidad, disfrutamos de su siempre luminosa y mágica conversación. A continuación, y de la mano del albojense García Guirao, aparecería Pedro Gilabert, pertrechado de su mundo a cuestas y sorprendiendo a propios y extraños con su original y asombroso imaginario. Pedro Gilabert era el contrapunto, pero no por ello fue para nosotros un descubrimiento menos valioso. Su humilde presencia y ante todo, su autenticidad, nos cautivó igualmente y quedamos convencidos, desde ese mismo instante, de hallarnos ante la revelación de una figura artística de indudable categoría.
Ahora, casi treinta años después, bajo el marco de esta exposición y desde la perspectiva que nos ofrece el tiempo y la distancia, yo quisiera regresar las vivencias eternas del pasado, vivencias entrañables que ni el desánimo, ni el destino esquivo, lograron robar a mi memoria.
Pepe Bernal