Las huellas de nuestra historia: LA COMARCA DE LOS VÉLEZ
Pese a sus múltiples contrastes, en la comarca de Los Vélez predomina el sentido de unidad, con la presencia sempiterna de la Muela, el Mahimón y la Sierra de María. En este escenario, en parte declarado Parque Natural, uno se siente atraído por esa armonía que aún mantiene hombre y naturaleza. El legado de Los Vélez es espléndido:
- Yacimientos arqueológicos y pinturas rupestres, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad
- Monumentos Nacionales como el Castillo de D. Pedro Fajardo de Vélez Blanco o la Iglesia de la Encarnación de Vélez Rubio.
- Conjuntos Históricos de Vélez Blanco y Vélez Rubio, con edificios singulares y arquitectura tradicional.
- Patrimonio etnográfico: molinos hidráulicos, cortijos, aljibes…
- Un riquísimo patrimonio gastronómico.
- El Parque Natural de Sierra María-Los Vélez
La situación de Vélez Blanco es privilegiada: agua abundante y de calidad, aire sano (1.080 metros), tierras fértiles en su vega, montes y bosques cercanos, y una magnífica visibilidad de la zona, dominada por las siluetas del Mahimón y la Muela.
El núcleo urbano es un paraje de extraordinaria belleza, donde el tiempo parece haberse detenido para que podamos apreciar mejor las huellas de su historia. En lo más alto del Cerro, dominador, el Castillo-Palacio de D. Pedro Fajardo. A sus pies, desparramándose por la solana, la antigua Mezquita y el barrio de la Morería, que aún conserva el aire musulmán en sus sencillas casas encaladas y sus calles estrechas y laberínticas. Abajo, la Iglesia de Santiago y el barrio de los conquistadores cristianos, diferenciado por sus casas más nobles y sus calles anchas y rectas. En los últimos siglos, la expansión ha continuado hacia el Barranco de las Fuentes, con interesantes edificios barrocos e historicistas de tradición popular. Su urbanismo, arquitectura tradicional y monumentos conviven tan armoniosamente que ha sido declarado Conjunto Histórico
La historia del núcleo urbano de Vélez Rubio arranca con la conquista cristiana de 1488. Vencedores y vencidos, que han de abandonar la fortaleza de “El Castellón”, se instalan en el actual emplazamiento: un fértil valle, con agua abundante, en el paso natural de Lorca a Granada. Los musulmanes-moriscos en el barrio del Fatín, como nos recuerda su urbanismo de calles estrechas y tortuosas. Los cristianos en torno a la desaparecida Iglesia de San Pedro (actual Iglesia de la Encarnación), que construyó D. Pedro Fajardo.
La expansión del siglo XVII, reducida y lenta, nos legó significativos edificios civiles (Concejo, Pósito, Tercia) y religiosos (Iglesia del Carmen, Convento de San Francisco, Iglesia de Mª Inmaculada). Pero en el siglo XVIII se produjeron los grandes despegues económicos, demográficos y urbanos, con edificios barrocos que reflejan los ideales eclesiásticos y aristocráticos de esta época: Ayuntamiento, Hospital Real, Palacio de los Marqueses, numerosas mansiones particulares y por supuesto la Iglesia de la Encarnación. El crecimiento continuó durante el siglo XIX, presidido por el historicismo, el estilo artístico de la burguesía. El interés y belleza de su arquitectura y urbanismo, producto de cinco siglos de historia, le han valido su declaración como Conjunto Histórico.
En Chirivel se halló en 1985 un extraordinario yacimiento romano. Quizás se trate de la Ad Morum citada por los historiadores: un conjunto de villas, donde han aparecido numerosos restos materiales: capiteles, monedas, vasijas… Pero el hallazgo más destacado ha sido la escultura de un joven Dionisos acompañado de una pantera (como animal simbólico), que parece representar a Antinoo, favorito del Emperador Adriano. Bautizado popularmente como “El Chirivello”, se encuentra en el Museo de Almería, aunque una réplica adorna el Parque de Chirivel.
María. Tierra de agricultores y ganaderos, desde tiempos inmemoriales, María nació como una pequeña alquería musulmana, junto a las ricas aguas de su Sierra y las sendas tradicionales del ganado. Tras la conquista cristiana, en 1503 pasó a formar parte del señorío de D. Pedro Fajardo, el primer Marqués de Los Vélez.
El edificio más representativo de María es la Iglesia Parroquial de Nª Sª de la Encarnación. De estilo mudéjar, fue construida en 1557, en tiempos del Obispo Villalán y de D. Luis fajardo, 2º Marqués de Los Vélez. Don Luis Fajardo. Otros elementos significativos de la memoria histórica de María son: el Pilar de la plaza, la Tercia (deteriorada por el imperdonable maltrato), el Mesón del Marqués, el antiguo Convento… y en los alrededores, en pleno Parque Natural, la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, la Cueva de Haza, con pinturas rupestres, la atalaya de Pozo Belmonte, molinos, aljibes, etc.
Si el patrimonio histórico de la comarca de Los Vélez es de una gran riqueza, no lo es menos su patrimonio natural., por lo que en 1987 se declaró Parque Natural de la Sierra de María – Los Vélez a una amplia zona de la comarca que ocupa unas 22.000 hectáreas.
Tierra de enorme belleza y contrastes, donde alternan las llanuras con las siluetas inconfundibles de sus cumbres, los colores blancos del invierno con los verdes y amarillos del resto del año. Una reserva de vida, con cursos de aguas superficiales y subterráneas, una vegetación de encinas (que antaño cubrían toda la zona) y denso bosque de pino carrasco, matorrales de tomillo, romero, esparto… Entre su fauna vemos ejemplares de águilas, azores, búhos reales, ardillas, ginetas, etc.
Todo un tesoro para el gozo del espíritu y de los sentidos que está al alcance de las personas que lo visitan, a través de sus sendas, áreas recreativas, refugios, Centro de Interpretación de la Naturaleza de María, Jardín Botánico de la Umbría de la Virgen…