EL PAISAJE DE LA SIERRA DE LOS FILABRES EN IMÁGENES
Las localidades de Velefique, Castro de Filabres, Senés y Olula de Castro constituyen un conjunto urbanístico, paisajístico e histórico de un indudable valor etnográfico y cultural, en el que destaca la pervivencia de una singular arquitectura doméstica condicionada por la agreste topografía y el uso tradicional que sus pobladores le han dado al territorio.
Desde hace varios años, estos términos municipales aguardan pacientemente su declaración por la Junta de Andalucía como «Conjunto Histórico del Paisaje Cultural de la Sierra de Filabres», lo que contribuiría a garantizar la conservación e integración de todos los elementos de interés presentes en estos núcleos de población (viviendas, molinos, cortijos, almazaras, corrales, palomares, eras, acequias, fuentes, etc.), y su puesta en valor como señas de identidad de toda una comarca e interesante reclamo turístico.
Por eso, los amantes del rico patrimonio cultural que atesoran nuestros pueblos del interior estamos de enhorabuena, ya que durante estas fechas navideñas vamos a poder disfrutar de una muestra fotográfica que presenta los más destacados aspectos del paisaje humanizado de estas cuatro localidades. Las fotografías que se exponen hasta el día 10 de enero en dependencias municipales de estos pueblos, nos permiten conocer más de cerca las técnicas constructivas y los elementos más destacados del «urbanismo de la pizarra», así como el paisaje agrario con sus aterrazamientos de laderas y construcciones ganaderas, la cultura del agua y todas sus infraestructuras asociadas, o las actividades y oficios tradicionales a los que se dedicaban sus habitantes hasta fechas recientes.
Además la visita a esta exposición es una excusa ideal para acercarnos a conocer estos pequeños pueblos (ya que la muestra está repartida entre los cuatro), y de paso poder disfrutar de sus limpias y tranquilas calles, o de la sencillez y hospitalidad de sus gentes; contemplar un paisaje excepcional y degustar su exquisita gastronomía, o adquirir una infinidad de productos típicos (aceite, vino, queso, miel, etc.), que nos permitirán un aprovechamiento integral del viaje.