DESCUBIERTA UNA BALSA DE ÉPOCA ROMANA EN LA ALCAZABA DE ALMERÍA
Las excavaciones arqueológicas que se están llevando a cabo en el Conjunto Monumental de La Alcazaba de Almería, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, han puesto al descubierto los restos de una balsa de época romana, que se encuentran en óptimo estado de conservación. El hallazgo se ubica próximo a la muralla norte del primer recinto de la fortaleza y, según los expertos, data del siglo I. El depósito mide 4,5 metros de largo por 1,5 metros de ancho y la principal utilidad que se le atribuye es, presumiblemente, la de almacenamiento para el agua.
El interés arqueológico que despierta la aparición de esta balsa se debe, sobre todo, a que hasta el momento, los hallazgos de origen romano encontrados en torno a la ciudad almeriense han sido más bien escasos. En su visita al enclave, la delegada provincial de Cultura, Yolanda Callejón, ha estado acompañada por la directora del Conjunto Monumental de la Alcazaba, María Luisa García, y por los arqueólogos que supervisan la excavación, Lorenzo Cara y Miguel Ángel Gómez. El descubrimiento de este vestigio romano ha sido realizado en el marco de las excavaciones que se efectúan para documentar la muralla norte del primer recinto y que están promovidas por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
La responsable de Cultura de la Junta ha puesto de manifiesto el interés arqueológico y científico del trabajo que se desempeña en la Alcazaba, cuyo resultado «nos permite profundizar en el conocimiento de la historia de Almería», ha comentado Callejón. Asimismo, ha incidido en la importancia del «apoyo permanente» que desde la Administración autonómica se le está dando a la investigación en el Monumento más emblemático de la ciudad. Fruto de esta investigación, «hoy día podemos acercarnos con mayor precisión a algunos aspectos que todavía desconocíamos del modo de vida de las civilizaciones que antiguamente moraban Almería», ha señalado Callejón.
Durante la visita, el arqueólogo del Conjunto Monumental y director de la excavación Lorenzo Cara ha ofrecido los detalles más relevantes del último descubrimiento romano. «Se da la circunstancia de que éstos son los segundos restos visibles del pasado romano de la ciudad, tras las balsas de salazón que se encuentran en el Centro de Interpretación Puerta de Almería», ha subrayado el experto.
Etapa medieval
El estudio de los restos encontrados desvela un contenido de mortero de cal y trozos de cerámica, lo que explicaría su procedencia romana. Revela asimismo que, a lo largo de los siglos, el depósito de agua ha sido objeto de reparación en diversas ocasiones, justificando así su uso en etapas posteriores a la de su primera construcción.
Hay que tener en cuenta que, la fundación de la ciudad de Almería, según los expertos, no se remonta hasta el año 955, en la era del califa Abderramán IIII; y con anterioridad, los autores medievales consideraban que la población carecía de importancia para la ciudad. Además, el asentamiento musulmán había contribuido de alguna manera a la desaparición de la huella de culturas anteriores.
En la etapa medieval, la zona de estudio debió ser cegada con basuras. El arqueólogo del Conjunto Monumental ha comentado que «entre la fauna recogida destaca la de ganado vacuno, lo que, sin duda, va a contribuir a conocer la dieta alimenticia de los habitantes de la Alcazaba en aquella época». Posteriormente, la zona fue protegida por una torre, que albergaba en su interior una ‘salida de emergencia’; es decir, una puerta oculta a cualquiera que quisiera atacar la fortaleza. Esta fortificación cayó arruinada sobre la ladera y la puerta quedó tapiada al interior y oculta con un revestimiento uniforme que cubría todo el exterior de la muralla.
Para la delegada de Cultura, «la intervención arqueológica, que se ha hecho en una de las zonas mejor conservadas del Conjunto Monumental, permite documentar diecisiete siglos de la historia de la Alcazaba», concluyó.
Noticia y texto extraido de IDEAL