EL CAMBIO MÁS IMPORTANTE EN EL PATRIMONIO ALMERIENSE EN LOS ÚLTIMOS AÑOS: LA TOMA DE CONCIENCIA DE LOS CIUDADANOS
Pasó el año, uno más, y ya van 6 desde que nació la AAAA. ¿Qué ha cambiado en el patrimonio almeriense en estos 6 años?
Indiscutiblemente se han producido una serie de avances por los que todos debemos felicitarnos. En la ciudad, ahora contamos con el Museo Arqueológico, los Refugios, la Puerta de Almería, la Casa del Cine y espacios culturales como el CAMA, el Museo de la Ciudad o el Centro Andaluz de la Fotografía (con un edificio digno como se merecía). Y en la provincia también observamos avances en la restauración de monumentos, en nuevos museos locales… Ello es consecuencia de la evidente importancia que tiene el patrimonio en nuestra sociedad, unas veces por el reconocimiento de su papel dinamizador en el desarrollo económico del turismo cultural y otras menos por el convencimiento de que la conservación y puesta en valor del patrimonio es un acto de dignidad y respeto a nuestras señas de identidad además de un motivo de disfrute ciudadano.
Por supuesto que hemos avanzado, pero ¡es venimos de tan lejos, de tal atraso! Basta recordar que hace sólo 4 años (después incluso de que apareciera la AAAA) Almería quizás fuera la única capital de provincias que carecía de un solo museo (el Arqueológico llevaba cerrado una docena de años). ¡Hace sólo 4 años!
Por tanto, es indudable que el déficit sigue siendo enorme, que aún nos queda mucho camino por recorrer y que se mantienen muchos problemas básicos, con una gestión que supone una enorme decepción ante las expectativas que despertó la Ley de Patrimonio, que va a cumplir 25 años.
Donde consideramos que el cambio ha sido más significativo es en la toma de conciencia ciudadana por la defensa de su patrimonio, en el trabajo y la actitud reivindicativa que vienen realizando asociaciones y colectivos como Athenáa, Unidos por Turaniana, Salvemos el Palacio de Almanzora, la Plataforma por la Iglesia de Olula del Río, Ecologistas en Acción, La Traiña, Foro Social o personas independientes como Andrés García Ibáñez, Juan Pablo Yakubiuk, Juan José Ceba, Antonio Gil…
Pero estas valiosas aportaciones de la sociedad civil choca una y otra vez con la dinámica de las instituciones responsables, que prefiere ignorar la legitimidad y la aportación cualificada de estas personas comprometidas con nuestro patrimonio para no evidenciar sus propias deficiencias. Para las Administraciones el patrimonio es exclusivamente suyo y por se niegan a permitir incluso que nuestras voces sean escuchadas en órganos como la Comisión Técnica Provincial, pese a la demanda de más de 30 asociaciones y colectivos que formaron este año la RED por la Defensa del Patrimonio almeriense.
Así las soluciones a los temas que se reivindican siguen sin llegar: el Casco Histórico de Almería, el Cortijo del Fraile, el Palacio de Almanzora, Turaniana, el castillo de los Alumbres, Los Millares, el castillo de Vélez Blanco, la Iglesia de Cabo de Gata… Y a veces cuando actúan lamentamos que lo hagan, como en la restauración del Mausoleo de Abla o en la ingeniosa idea de convertir la Alcazaba en un parador nacional.
Por ello, en todos estos años los Amigos de la Alcazaba no hemos tenido más remedio que dar nuestros premios “Alcazaba” a unos y nuestros “Chumbos Verdes” a otros.