La Casa Consistorial en cueros

El edificio se vacía de paredes y techos con demoliciones muy medidas y protección de los elementos a restaurar

Fuera añadidos y fuera las partes sin valor. La Casa Consistorial se ha desnudado de todos estos elementos con consistentes derribos que la han dejado prácticamente en apenas un esqueleto, conformado por fachadas apuntaladas. Es la antesala de las actuaciones enmarcadas en la parte del proyecto centrada en la rehabilitación de este histórico edificio.

La Casa Consistorial ofrece una imagen vacía. Como si de un decorado de cine se tratara. Puede contemplarse desde la azotea con acceso desde el Centro de Interpretación Patrimonial, donde se ofrece una vista que impresiona. Y no sólo por la sobrecogedora belleza de la Alcazaba y el Cerro, o la estampa de ese patio del Convento de las Claras con el indiscreto tenderete de las monjitas al sol. Desde ese punto puede observarse lo que esconde, literalmente, los cuatro muros de la Casa Consistorial, de la que han desaparecido techos, paredes, suelos…

Los derribos practicados están muy medidos. Forman parte de una delicada operación, cuyo objetivo también es el refuerzo de las estructuras como garantía de futuro en pie, frente a la debilidad que obligó al Ayuntamiento a decretar, en 2005, la huida del inmueble por peligro de derrumbe. De hecho, se han practicado demoliciones manuales al objeto de evitar posibles desplomes, no sin antes poner a salvo todos aquellos elementos de valor que serán restaurados, como baldosas hidraúlicas o la escalera central . Desmontada, los peldaños y pasamanos de mármol volverán a ser recolocados, mientras que el Archivo Municipal ha sido encapsulado al objeto de proteger la biblioteca de las obras, sin necesidad de proceder a su desmontaje y almacenamiento exterior.

Este vaciado de la Casa Consistorial permite también jugar con una capacidad distributiva, mediante la reorganización de los espacios en aras de conseguir unas dependencias públicas funcionales, a las que el proyecto del arquitecto sevillano José Ramón Sierra Delgado, ganador del concurso de ideas convocado por la Junta de Andalucía, suma la creación de entreplantas con oficinas administrativas, zonas de paseo y descanso.

Impactante también es el derribo de las dependencias donde antes se encontraban los despachos de la oposición, el departamento de objetos perdidos o funcionarios de Obras Públicas. Pocos ciudadanos pasan por primera vez por esta esquina de la Plaza de la Administración Vieja y la calle Juez sin desconcertarse. Las obras han dado un mordisco a esta esquina, donde la edificación ha desaparecido. Era un añadido moderno, practicado en la década de los 80 ante la necesidad municipal de ganar espacios. Esta demolición permite recuperar la alineación original de la Casa Consistorial y, de paso, poner en valor las fachadas de antaño (Casas Yedó y Prats) e incorporar nuevos elementos de atractivo. El proyecto contempla la creación de un nuevo acceso a la Plaza Vieja por la calle Juez, que contendrá una pequeña fuente. Por encima, en voladizo, se construirá una nueva pieza que permitirá conectar las partes -las viviendas antes citadas- que conforman el conjunto de la Casa Consistorial, teniendo como resultado un gran azotea practicable, en la que, en el futuro, el Ayuntamiento podrá celebrar actos institucionales como recepciones.

Estas obras, correspondientes a la primera etapa de la segunda fase, son sin duda las más complicadas al incluir estas operaciones de demolición y la rehabilitación estructural, a la que le seguirá la rehabilitación de las fachadas y la restauración, principalmente, de la casa central. Quedan fuera de esta primera intervención las galerías porticadas, aunque incorpora los acerados perimetrales, incluidos los accesos.

  • Artículo de María Victoria Revilla, Diario de Almería 3.5.2016

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