ARQUITECTOS ESPECIALISTAS EN RESTAURACIÓN SE PRONUNCIAN SOBRE LA MURALLA DE JAYRÁN
Desde la Asociación Amigos de la Alcazaba y, ante la grave actuación llevada a cabo en la Muralla de Jairán, en la Hoya, hemos solicitado a un grupo de arquitectos, especialistas en restauración, encargados del mantenimiento en algunos edificios singulares del país, y profesores de Master en Restauración, unas consideraciones sobre las obras realizadas en La Hoya. La respuesta -que agradecemos- es la que sigue:
CONSIDERACIONES SOBRE LA ACTUACIÓN EN LA MURALLA DE LA HOYA
Desde el punto de vista estético, es innegable que la nueva actuación tiene mayor presencia que la muralla en si; desde luego no es la manera de poner en valor el monumento, que debería ser el punto de partida del proyecto. La intervención se presenta como un blindaje que ridiculiza la espléndida construcción defensiva del siglo XI, y en vez de completar el volumen, lo carga y lo desequilibra compositivamente. Las chapas instaladas constituyen el mayor punto de atracción visual del paraje, destruyendo toda la armonía del entorno.
La mayor parte de las murallas, incluyendo la misma Alcazaba, se encuentran en un deplorable estado de conservación y se hace urgente la elaboración de un plan maestro de actuación en todo el conjunto; este proyecto sale al paso de una manera parcial y aventurada, sembrando un peligroso precedente: ¿se van a completar, en un futuro, con acero corten, todos los baluartes y murallas incompletos?
Los mayores problemas que se presentan pueden ser de origen técnico, pues, la humedad y el agua, en contacto con el acero corten, se tiñen del característico color rojo parduzco y manchan todo aquello con lo que entren en contacto. Para evitar esto, la solución constructiva debe ser muy eficaz. En el caso que nos ocupa no está bien resuelto, como tampoco está resuelto el goterón sobre las puertas que hay en los torreones. Esto garantiza que el material invasor va a teñir el monumento. Según se aprecia en las imágenes, ya ha comenzado a hacerlo. Se da la particularidad de que La Hoya posee un microclima al ser un pequeño valle cercano a la costa, por lo que la humedad salina que proviene del mar tiene presencia constante, siendo esta humedad muy corrosiva sobre el material utilizado. El corten es un material que se autoprotege con su propia pátina de herrumbre, lo que no significa que esa pátina sea estable, se debe proteger con tratamientos anticorrosivos para asegurar que no tiña ningún material cercano.
Parece ser que la operación es una consolidación estructural de las torres, para la que se habrían ejecutado dos zunchos de hormigón a diferentes alturas. Dependiendo de cómo se hayan realizado estos zunchos, y como se hayan anclado a los baluartes, la operación podría ser totalmente irreversible. Con semejante estructura se garantiza un trabajo estructural descompensado por la distinta naturaleza de los materiales empleados. Lo más lógico para un trabajo estructural solidario de todo el conjunto de la torre sería repararla con el mismo material original, es decir, tapial, habiendo en España diversas empresas que ejecutan y conocen la naturaleza y particularidades de este sistema constructivo. Podría, así mismo, garantizarse la distinción respecto al muro original, utilizándose áridos distintos o marcando sutilmente la zona de contacto de manera superficial.
No se justifica de ninguna manera la actuación. El color oscuro de este material es muy poco afortunado para el lugar. La Alcazaba y sus murallas tienen los colores terrizos de los materiales empleados que son los mismos de su entorno natural. El juego de la luz y la sombra, tan importante en la ciudad de Almería, tampoco se aprovecha; la luz de la tarde, la de la mañana o mediodía, proporcionan una diferencia entre planos de luz y sombra que lucen muy poco con este material, tan utilizado en la arquitectura de los países del Norte de Europa.
Parece ser que nos encontramos ante un mal encargo sin un programa de actuación bien definido (puesto que no se acaba de entender lo que se pretendía) y una malísima solución, que siembra aún más el desconcierto, y crea un peligroso precedente en las actuaciones sobre un conjunto histórico
LEGISLACIÓN: PLIEGO DE CONDICIONES DE RESTAURACIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE BELLAS ARTES DE LA JUNTA DE ANDALUCIA.
23. Se deberá mantener el color original y la textura de las superficies de fábrica, incluyendo los encalados que puedan haber sido realizados por razones estéticas o de impermeabilización (…) No se autorizará la utilización de materiales que no existían cuando se construyó el monumento, salvo casos especiales suficientemente documentados.