“LOS SABIOS DEL PATRIMONIO”, artículo del pintor Andrés García Ibáñez
«Hace ya mucho tiempo que cualquier obra de restauración de monumentos es de un palmario desatino y de un despilfarro económico dirigidos, por lo general, a alterar los valores más significativos -estéticos, artísticos, históricos- del inmueble, cuando no a su total destrucción. La administración competente en estos menesteres y sus comisiones elegidas por el poder de turno se han convertido en el mayor peligro, hasta el punto de hacer pensar a muchos que la mejor forma de preservar el patrimonio es que esta gente no disponga de partida presupuestaria alguna.
Viene a colación ahora, por su vigencia pavorosa, recordar el pensamiento que, sobre esta cuestión, desarrolló Juan Antonio Martínez de Castro en la Almería de hace casi un siglo, cuando se fundó la Sociedad de Estudios Almerienses, en activo hasta finales de los años veinte. Ya entonces advertía de que el verdadero peligro para los monumentos estaba en las decisiones del poder político ignorante, acompañadas por una corte de palmeros igualmente estultos. Alcaldes, consejeros, directores, ministros… y su elenco de supuestos «entendidos», más dispuestos a complacer la imbecilidad del superior que a decidir en justicia por el bien del patrimonio. Con una clarividencia que atraviesa décadas y llega hasta hoy, Martínez de Castro fue capaz de radiografiar una situación que ha permanecido inalterable, quizá incluso magnificada en la actualidad por la pléyade de soberbios incompetentes que copan funcionariados y gremios de facultativos designados para las desafortunadas intervenciones. Viéndolas venir, Martínez de Castro llegó a proponer incluso una solución al problema. Para él se hacía indispensable la creación en cada provincia de una «comisión de patrimonio» totalmente independiente del poder político y sus vaivenes, integrada por sabios de reconocido prestigio y solvencia -historiadores, arquitectos, intelectuales y artistas-, que tuvieran la última decisión, vinculante e inapelable, sobre cualquier cuestión acerca del patrimonio histórico, de su conservación y restauración, con capacidad incluso de ordenar a las fuerzas de seguridad la detención y puesta a disposición de la justicia de aquellos individuos que, con su acción, hubiesen atentado claramente contra un monumento. Buen momento ahora para repensar esta idea, en absoluto descabellada».
ANDRÉS GARCÍA IBÁÑEZ
FUENTE: Los sabios del patrimonio http://www.elalmeria.es/article/opinion/1732906/los/sabios/patrimonio.html#sSf3WmVdJxE1kfhF
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