«IMAGINA EL CORTIJO DEL FRAILE». Artículo de Jaime de Vicente Núñez
Jaime de Vicente Núñez ha escrito este artículo, que amablemente nos permite publicarlo, en el que nos invita a imaginarnos cómo el rico legado del Cortijo del Fraile ha sido maltratado y vejado impunemente hasta convertirse en una llaga dolorosa de nuestro patrimonio.
«Imagina un paraje singular de la provincia de Almería en el que en primavera, no obstante la avara dotación de lluvias, el ocre se dulcifica con manchas verdes sobre las colinas, que aquí y allá conservan las cicatrices provocadas por los mineros que las horadaron cuando la fiebre del oro llegó a Rodalquilar y el metal despertó de su milenario sueño volcánico.
Imagina en el llano una edificación extensa y sobria, con un discreto campanario que revela sus orígenes del siglo XVIII como convento dominico y cuyas dependencias y amplios patios recuerdan su utilización para actividades agropecuarias y como platós cinematográficos.
Imagina que en este escenario, el Cortijo del Fraile, las crónicas del año 1928 dan fe de un crimen provocado, no por la codicia del oro, sino por el ardor de pasiones incontroladas. Imagina finalmente que un gran poeta llamado Federico García Lorca transforma el sórdido suceso en una obra maestra del teatro español, “Bodas de sangre” y que, ya en nuestros días, el Cortijo del Fraile se convierte, con Granada y Fuentevaqueros, en lugar de peregrinación al que acuden desde todo el mundo gentes que quieren rendir culto al gran poeta: el escenario del crimen que inspiró a Lorca transformado en centro de encuentros culturales, representaciones teatrales, foco que irradia cultura…
Olvida lo anterior. Abre los ojos y verás como telón de fondo las colinas recalentadas por el sol. Ante ti, cercadas por una alambrada, se encuentran las ruinas del Cortijo del Fraile. Te dicen que, mes tras mes, se observa su progresiva decadencia, inevitable ante la acción combinada del pillaje y de los agentes meteorológicos y la inhibición y burocracia de las administraciones que debían velar por el patrimonio.
Vaticinas, entre el dolor y la indignación, que la próxima herida se infligirá al pequeño campanario, agrietado y ya vencido hacia un costado, que caerá derrotado por el viento y el agua en la próxima tormenta. Pegado a la alambrada, alcanzas a leer una estela que ofrece al visitante ocasional algunos datos sobre la historia del cortijo. No das crédito a lo que ves cuando llegas a la frase que explica cómo el recinto inspiró a García Lorca la novela “Bodas de sangre” (sic, la novela “Bodas de sangre”). El disparate, perpetrado al alimón por el Ayuntamiento de Níjar y la Junta de Andalucía, cuyos logotipos lo suscriben, es la constatación del abandono y el menosprecio por lo que debería ser un símbolo de la mejor cultura andaluza».
Jaime de Vicente Núñez
jaimedevicentenunez@gmail.com
25 marzo 2012