«LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES DE GRANADA CENSURA EL MESÓN GITANO» (EL DIARIO, 09/01/16, María Victoria Revilla)
Ver DIARIO DE ALMERÍA, 09/01/16.
María Victoria Revilla
La Real Academia de Bellas Artes de Granada censura el Mesón Gitano
Los expertos abordan en Pleno el impacto visual del edificio sobre la Alcazaba
La Real Academia de Bellas Artes de Granada, cuyos orígenes se remontan a 1777 y entre sus objetivos se encuentra la defensa del patrimonio histórico , ha analizado en su último pleno la situación del entorno de la Alcazaba y, en concreto, la construcción del edificio del Mesón Gitano, un proyecto de elevado coste que, en opinión de este colectivo de expertos, ha tenido «resultados censurables».
En un comunicado, la Real Academia explica que las obras llevadas a cabo por la empresa municipal Almería Urban introducen una «serie de elementos perturbadores» en los límites entre la trama urbana y el entorno protegido. Aseguran que «no puede considerarse una acción apropiada» la construcción de una vía de dimensiones y morfología propias del tránsito rodado dentro de la zona de protección del monumento, sostenida por muros de hormigón que forman «barreras visuales y morfológicas en el territorio». Pero -añaden- «más grave» es la construcción del edificio de hormigón, de dimensiones «fuera de la escala adecuada» en ese entorno, que produce «serias interferencias visuales» en la contemplación del monumento desde muchos puntos de observación, y cuya implantación «transforma la topografía natural de la ladera y cuyo uso y utilidad no parecen estar ni definidos ni justificados.
Desde el Palacio de la Madraza, se considera que la aparición de importantes restos de la ciudad medieval «lejos de aportar justificación a su existencia pone de manifiesto lo erróneo del proceso llevado a cabo, pues supone en la práctica el sometimiento de las necesarias medidas de conservación de esos restos a las servidumbres que el proyecto previamente ideado les impone».
La Academia ve con «gran preocupación estas situaciones» que, en su opinión, ponen de manifiesto «un proceso erróneo en la definición de estrategias y prioridades en la atención y protección de un bien cultural de enorme valor. Parece que en este caso -agrega- han primado acciones poco reflexivas que buscan primordialmente el impacto mediático sobre las necesarias actuaciones de conservación patrimonial que debieran ser ante todo coherentes, discretas y equilibradas». Por ello, insta a las administraciones a buscar soluciones que «impidan la permanencia y el agravamiento del deterioro del entorno de la Alcazaba, deteniendo aquellos procesos en curso cuya culminación pueda ser de difícil y costosa reversibilidad».