“Arquitectos de Almería investigan el abandono de las administraciones a la Alcazaba” (noticia publicado en TELEPRENSA, 9 de agosto)
Artículo de TELEPRENSA (9 de agosto)
TELEPRENSA.- El mal estado de parte del conjunto monumental de la Alcazaba, en este caso de las murallas defensivas de Almería en el Cerro de San Cristóbal, han reabierto la polémica acerca de la gestión de la administración en la atracción cultural más importante de la capital, tanto como para que el Colegio de Arquitectos haya decidido investigar lo que ocurre en este entorno.
Así lo ha manifestado el decano del Colegio, Javier Hidalgo, en una entrevista concedida a la Cadena Cope, en la que ha afirmado que ‘hasta ahora no hemos salido a la palestra pública porque nos gusta documentar muy bien las cosas’, y en la que ha denunciado la escasa participación del órgano que representa en la toma de decisiones para el conjunto monumental de la Alcazaba.
Y es que, mientras en provincias como Granada, Málaga o Murcia los colegios oficiales forman parte de la Comisión de Patrimonio, ese no es el caso de Almería. ‘El problema es que no nos sentamos en la Comisión de Patrimonio, porque no hemos sido invitados por la Delegación de Cultura’, dice Hidalgo, lo que impide que los arquitectos sepan qué hace la Junta de Andalucía en todo momento.
Eso ha llevado a acciones ‘no muy afortunadas’ como la colocación de paneles de acero en la muralla de Jairán, una intervención en la que, según Hidalgo, ‘ha faltado trabajo previo por parte de la Comisión de Patrimonio’.
‘Otro problema con el que nos encontramos es lo que tardan en contestarnos; desde 2007 hemos ido pidiendo a todas las administraciones públicas que nos informen sobre los trabajos y arquitectos que han sido contratados, y todavía no nos han dado nada’, apostilla Hidalgo, a la vez que pide a la Comisión de Patrimonio que ‘tome cartas en el asunto’ para garantizar la estabilidad del Cerro de San Cristóbal.
En este sentido, la presidenta de la Asociación Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, ha manifestado que a pesar de la situación de crisis, no se puede contemplar el patrimonio y la restauración ‘como un gasto, sino como una inversión’ al ser una ‘herencia del futuro’ que ‘por ley, por lógica y por todo’ hay que mantener para futuras generaciones.