Aparecen pintadas en el baluarte de la Alcazaba y en la ladera de entrada

Desde la dirección del monumento creen que ha sido una «chiquillada», obra de menores de edad y es por eso que descartan denunciar

Pintadas rojas en la Alcazaba

El Conjunto Monumental de la Alcazaba ha sido presa de nuevo de los vándalos, quienes esta semana -creen que la madrugada del martes al miércoles- se han cebado con la ladera sobre las que se asentó este Bien de Interés Cultural y con su baluarte. Para indignación de vecinos, trabajadores o visitantes del emblemático centro cultural, este ha aparecido con diversas pintadas de color rojo que han provocado la estupefacción de la directora de la Alcazaba. María Luisa García Ortega no recuerda un episodio similar en sus más de siete años al frente de un monumento que lleva dos días con su imagen completamente deslucida.

Las pintadas, obra probablemente de menores de edad, se han realizado en dos zonas muy significativas, según explican desde la dirección. Por un lado han aparecido algunas en el baluarte de el saliente, que se sitúa en el extremo más oriental del recinto, el mismo que mira al parque de La Hoya o al antiguo barrio de la Almedina.

Y por otro, en las grandes rocas que forman la ladera en la que se localiza la entrada oficial del monumento, lugar donde aún ayer se podían ver dibujos y garabatos de carácter soez. «Creemos que han sido menores de edad de los barrios cercanos, porque normalmente es habitual verlos por estas zonas: dando vueltas por la ladera o metiéndose en cavidades en las rocas», explicó ayer la directora del monumento, que aunque cree que es un episodio «grave» que no «debería volverse a repetir», también quiso restarle dramatismo a un hecho que calificó de «chiquillada». Es por eso que desde Cultura no han querido presentar denuncia alguna y se limitaron ayer a limpiar las pintadas del baluarte a primera hora. La razón es que estas se habían hecho en el interior del recinto, de titularidad de la Junta de Andalucía. Las demás, al estar en las rocas externas de la ladera y en la calle, correspondería eliminarlas al Ayuntamiento de Almería.

María Luisa García Ortega esgrimió ayer este motivo para justificar que desde la Administración autonómica se borrasen sólo una parte de las pintadas. «Se ha seguido el protocolo de actuación habitual, que tiene que ver con avisar de manera urgente al Ayuntamiento cuando existen episodios vandálicos que tienen que ver con las calles públicas o la ladera, ambas de titularidad municipal», indicó la directora, que informó de que ya le ha remitido un escrito de carácter «urgente» al equipo de gobierno con el fin de que «efectúe la limpieza de la zona lo antes posible», añadió.

Desde el Consistorio confirmaron ayer que no tenían constancia alguna de los hechos acaecidos, pero que en cualquier caso entre hoy y mañana enviarán una brigada específica a borrar estos antiestéticos grafitis. Pese a que este no es más que último episodio vandálico lamentable que ha sufrido la ciudad, que como tantas otras jamás estará exenta de estos continuos actos censurables. Cierto es que al haberse cometido contra el Conjunto Monumental de la Alcazaba, asentado en esta ladera desde el siglo X, el hecho ha sido acogido en la zona con indignación. «Eso no lo hacen en su casa», recriminaba ayer un trabajador del monumento, quien por su empleo conoce bien los pormenores de una zona en la que son comunes este tipo de episodios.

No obstante, hace poco menos de un mes, este periódico informaba de una denuncia vecinal procedente del barrio de Pescadería en la que se ponía de manifiesto que la Alcazaba estaba perdiendo su iluminación nocturna. Según Cultura, esta circunstancia se debe a la rotura o robo sistemático de los focos por parte de vándalos, contra quienes es muy difícil actuar pese a la vigilancia. «Es un conjunto de muchísimos metros cuadrados, y por eso es casi imposible controlarlo al milímetro», indicó ayer la directora de la Alcazaba, que confirmó que además de guardias de seguridad también cuentan con cámaras de videovigilancia.

Para la responsable del monumento, lo fundamental es «prevenir» tratando de «sensibilizar» a la sociedad de que «la Alcazaba es un bien de todos al que es necesario cuidar», dijo.

Sergio González Hueso (Ideal 22-1-2016)

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